miércoles, 25 de marzo de 2015

La cosecha del vino en Dílar


El hijo de uno de los primeros cosecheros de uva del vino mosto en Dílar, me ha explicado como se hacia el vino, al menos, a partir del segundo tercio del pasado siglo.
Durante buena parte del primer tercio del XX, que se tenga constancia, se conoce solamente una viña, conocida como “la viña del cura”. Es a partir de la década de los cuarenta cuando se van incorporando ciertos pedazos de secano para el cultivo de viña, siempre de reducido tamaño. Pues, hasta la década de los setenta, la producción de vino mosto se consumía totalmente en el pueblo, y en un tiempo reducido.

La uva se cosechaba entre el 20 de septiembre en adelante, generalmente para que su maduración fuese la necesaria.

En esta etapa, las bodegas, todas ellas de pequeño tamaño de forma habitual, contaban con un lagar con pendiente o con cierto desnivel, en ambos casos,
acababa en un foso (pozo) donde iba a parar el zumo de uva tras el proceso del pisado de la uva. Las personas que participaban en el pisado lo hacían calzando con “Hubías” (calzado hecho totalmente de esparto, que se utilizaba desde el neolítico, hasta que se suple por la abarca o albarca) dentro del lagar para pisarlas, ¡pareciese estuviesen bailando!.

Tras el pisado, la masa que se formaba se echaba en la prensa mecánica-manual para exprimir el jugo de la uva totalmente.

Del foso o pozo, el zumo de la uva se almacenaba en toneles de madera, toneles que habitualmente oscilaban entre las dieciséis arrobas a treinta y dos arrobas (una arroba es igual a dieciséis litros). Estos toneles, de un año para otro, se lavaban y se desinfectaban, la más de las veces, quemándole pajuelas de azufre. Una vez listos y desinfectados los toneles para la ocasión, se vertía el zumo de la uva colocando en su orificio de entrada una rejilla espesa para no dejar los hollejos y semillas de la uva en el tonel. El tonel no se llenaba del todo para dejar que hirviera el zumo de uva o fermentara, y sin taparse; en la actualidad, unos ponen redecilla para que no entren los hollejos y otros le echan los hollejos, además, se echa en vasijas plastificadas tapadas hasta su total fermentación y su posterior trasiego. Una vez que había hervido, se tapaban los toneles y sobre la primera quincena del mes de diciembre se trasegaba (cambio de un tonel a otro), el día del trasiego debía de estar completamente claro. A partir de último de diciembre ya estaba listo el vino mosto para beber.
 

Unos años más tarde de la década de los cuarenta del pasado siglo comienza a introducirse alguna maquinaria más que hacía la molienda a mano sin necesidad de pisar la uva y luego la prensa, donde se le introducían cuñas de madera a la prensa para que la presión sobre la masa de uva fuese con más presión y exprimir mucho mejor el zumo de la uva.



En la actualidad, el terreno dedicado a viñedo es más usual, pero habitualmente para el consumo familiar, aunque en escasos viñedos tienen cierta venta al público.

Hoy la elaboración del zumo de uva se ha mecanizado totalmente, siendo cada vez menos habitual la mano del hombre.


miércoles, 18 de marzo de 2015

Elaboración de morcilla casera

 

  • 3 l de sangre de cerdo
  • 50 kgrs de cebolla cruda
  • 300 grs de pimentón dulce
  • 140 grs de pimienta molida
  • 80 grs de canela
  • 25 grs de clavo
  • 25 grs de cominos
  • 140 grs de mata la uva
  • 390 grs de sal
  • 100grs de orégano
  • 3 kgrs de manteca
  • 5 o 6 pimientos secos choriceros
  • 3 cabezas de ajos 

Elaboración:

Se limpia la cebolla, se le quita la piel, se parte en trozos grandes, se lavan y se ponen en la lumbre en una caldera. Se le cubra de agua, se tapa con una tapadera y si no tienes tapadera, se cubre con un trapo blanco limpio. Cuando está bien
cocida, se escurre en una canasta, se pone una trébedes y encima la canasta tapada con un mantel hasta que escurra. Los antiguos también la escurrían en una criba.
Una vez escurrida y fría la cebolla, se muele a máquina, ésta se vierte en un lebrillo o tina. La manteca se limpia y se le quita la membrana que cubre las mantecas o pellejo. Se hace trozos muy pequeños, o bien, se pica en la máquina (según lo quieras de gorda). En este recipiente, se va echando todo: la cebolla, la pimienta, pimentón, la canela, el clavo, mata la uva(previamente echada un rato antes en agua) , orégano. Los pimientos se fríen; los ajos se majan con sal; el pimiento frito se desmenuza con las mano o con el mortero. Todo se mezcla muy bien y, por último, se agrega la sangre y lo mezclamos moviendo todo muy bien. Se prueba la masa echando una poca en una sartén limpia y se pone a la lumbre, y si falta algo de sal se le agrega. Una vez realizado todo este procedimiento, se puede llenar la tripa con un embudo. La tripa se corta según se quiera de grande.Se  ata un extremo de la tripa con hilo de algodón y   conforme se va llenando la tripa, se va apretando sin que rompa y se van pinchando, con una aguja colchonera, para sacar el aire y se ata el otro extremo, uniendo los dos extremos con el mismo hilo para poder colgarla, y se echa a la caldera con el agua hirviendo y  se vuelven a pinchar. La cochura oscila sobre unos diez minutos (si la tripa no revienta y si no le daremos menos tiempo de cocción), sacamos la morcilla y las vamos poniendo en un palo para que se oree, debemos tener en consideración que en el oreo no les dé la corriente ni mucho frío, para que no se hiele la misma.

Sugerencias:

Las tripas que se usan son las chinas que ya están secas y con sal. Se lavan con el agua templada, una vez se le quita la sal, se les da unos aclarados, se le echa vinagre y sal gorda, se aclaran muy bien y, por último, se dejan después con agua y rodajas de limón hasta que se llenan las tripas de morcilla.
Antiguamente la tripa que se utilizaba era la del cerdo.
Hay a quien le gusta hacer la morcilla más picante y para ello le echa mas pimienta o picante. Hay también quién le echa el aceite frito en la masa.


Fiesta del Libro y el Mosto de Dílar


Cuando se construye el nuevo ayuntamiento en su ubicación actual, en calle Agua, se tuvo en cuenta reservar un espacio dedicado a Archivo-Biblioteca. Sin embargo, nunca sirvió más que para alberga montones de Boletines oficiales y todo tipo de enseres desechados. Hasta que un grupo de vecinos de Dílar decide crear una pequeña Biblioteca, que dé respuesta a una de las muchas carencias existentes en cuanto a recursos culturales en nuestro pueblo.
Este grupo de vecinos, conjuntamente con la Comisión Prodefensa de Dílar, se propone la creación de una Biblioteca Municipal y después de conseguir, a duras penas, la llave del local y su limpieza, surge el nacimiento de una fiesta para conseguir fondos bibliográficos, sin coste alguno. Esta primera Fiesta del Libro y el Mosto, el 2 de enero de 1991, consiste en ofrecer mosto de nuestro pueblo a todo aquel que traiga un libro para la biblioteca. El mosto es ofrecido de manera gratuita a la organización, por parte de los productores de vino local. También por la mayoría de los comercios que aportan chacinas y otros productos. Y otros su trabajo y esfuerzo durante esos días de preparación y posterior a la Fiesta.
La primera edición ya es un éxito, debido a que en Granada es fiesta local y muchos granadinos pasan el día en los pueblos de alrededor. Se organizan actuaciones musicales de los niños de la rondalla y algunos amigos. En los años siguientes se publicitará en prensa, radio y televisión y se convoca a mucha más gente. Siempre en la misma fecha llueva o truene.
El dinero recogido por la venta de tapas aportadas por los negocios, se invierte en enciclopedias y obras de referencia fundamental en una biblioteca básica. Asimismo se compra un ordenador para usuarios y voluntarios.
La Comisión Prodefensa de Dílar se hace cargo de la apertura de la biblioteca todos los días de la semana de manera voluntaria y acuden a ella bastantes usuarios. Se organizan talleres y otras actividades.
Cada año se incrementa el número de libros recogidos que se registran en el libro de Registro de la Biblioteca para que no haya pérdidas. Además se entregan en el ayuntamiento un listado.
Poco a poco, se integra en los hábitos de los estudiantes (gracias también a los profesores del Centro Escolar). Se va formando conciencia que contamos con un lugar de estudio y consulta para los niños y mayores que leen prensa, hojean revistas de patrones o labores. Un espacio que es de todos y que también alberga reuniones, charlas, audiciones…
Se consigue con los años, una Biblioteca que es referencia y ejemplo para los pueblos de alrededor, no solo por el número de volúmenes, sino por el número de horas de apertura y el servicio que se ofrece de manera totalmente gratuita. Así se reconoce por el Centro Coordinador de Bibliotecas, que aunque por nuestro número de habitantes, no nos reconoce como Biblioteca Municipal, sí como Centro de Lectura de Dílar y nos ofrece toda su ayuda técnica y de materiales catalográficos.

La Fiesta del Libro y el Mosto aún perdura, pero en estos últimos años ha cambiado el espíritu que esta fiesta tenía y por la que dio su origen.

¿Qué significa el día del pucherico?


Este significado proviene del vocablo latino (IUVE (DIES) CONSAGRADO A JUPITER. Y significa según el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua: “cuarto día de la semana civil, quinto de la liturgia –de comadres-. El penúltimo antes de carnaval…. Gordo o lardero, antes del Jueves Santo..”.
Tiene su origen en el vocablo latino “lardarius” que significa tocinero.
Esta festividad tiene su importancia en la Península Ibérica, especialmente en su parte oriental. Es una festividad popular, que consiste en la preparación de una gran comida campestre al aíre libre y de carácter lúdico y festivo, de divertimento, etc.
Esta festividad, donde se tiene conocimiento de arraigo a partir de la Edad Media, que tenía como objetivo el celebrar la despedida al consumo de alimentos provenientes de animales. Y así mismo, prepararse para la abstinencia de comer carne durante la cuaresma, como forma explícita de purificación del cuerpo mediante el ayuno, según la liturgia judeocristiana.
Por lo que el vocablo lardero hace referencia, a tocino gordo, la parte menos valiosa del cerdo, la grasa o manteca y, por extensión a toda la carne del cerdo.
En Dílar, el Jueves Lardero, se le ha denominado como ladero y ladrero (ladrear) celebrado el jueves de carnaval o jueves antes del miércoles de ceniza.
Este día consistía, y aprovechando que las salazones de las matanzas ya estaban preparadas como viandas para su consumo, para preparar el pucherico, el cocido más grasiento y pringoso de la gastronomía dilareña; donde todos los vecinos participaban con diferentes viandas, en función de sus posibilidades. En primer lugar, esta festividad daba paso a la primavera y con ello el resurgir desde la tierra los brotes de hierbas silvestres como el hinojo (hierba aromática). Pues, unos días antes salían los dilareños sin excepción en busca de los primeros tallos de hinojos que acompañarán a este cocido popular –pucherico- para su ejecución en el jueves “ladero o ladrero, según expresión popular de los dilareños”.
Esta festividad popular del pucherico en Dílar, como en el resto de todas las localidades de la Península, se celebra al aíre libre de forma popular. Donde consistía, a parte de la despedida a la carne en: divertimento para mayores y juegos para niños con confección de mecedores y de otros juegos populares y de costumbres diferentes.
Sin embargo, a partir de 2004 esta costumbre se ha institucionalizado el día 28 de febrero (día de Andalucía). Festividad que se sigue realizando al aíre libre.
Las viandas que normalmente han sido utilizadas para la preparación del pucherico son: Tallos de hinojo y las tética de vaca, las papas, el trigo raspado (en Dílar habitualmente era trigo denominado valenciano, aunque cualquier variedad es válida), tocino, costillar, espinazo con el rabo, la oreja y morcilla.

miércoles, 11 de marzo de 2015

Tigres de Mejillones





  • 2 kgs de mejillones
  • 1 vaso de vino blanco
  • 1 pimiento rojo grande
  • 1 pimiento verde
  • 1 guindilla
  • 2 cebollas medianas
  • 200 grs de harina, entre 9 cucharadas
  • 1 l de leche entera
  • 6 cucharadas soperas de margarina
  • 1 vaso del caldo de mejillones
  • 2 cucharadas soperas de salsa de tomate
  • perejil
  • sal
  • pimienta
  • pan rallado
  • 2 o 3 huevos
  • nuez moscada
  • aceite

Elaboración:

Se limpian los mejillones y se echan en una cacerola y se le añade el vino y se ponen al fuego al vapor. Se reserva un vaso del agua de la cocción y una concha de cada mejillón. En una fuente se colocan los mejillones y se hacen trozos pequeños. Luego hacemos lo mismo con el pimiento verde y rojo, la cebolla y la guindilla, todo a trozos pequeños. Se pone una sartén con la mantequilla y se vierte todo ya troceado, se echa la pimienta, la sal, ralladura de nuez moscada, el caldo de los mejillones, las dos cucharadas de la salsa de tomate y el perejil picadito. Luego se le añade la harina poco a poco y se le dan unas vueltas, después se agrega la leche poco apoco sin dejar de mover en círculos y, cuando se va despegando de la sartén, sobre una hora y cuarto aproximadamente, se echa en una fuente llana y se deja enfriar.
Finalmente, se coge la masa con una cuchara y se rellenan las conchas de los mejillones, se rebozan con huevo y pan rallado y se fríen con abundante aceite.

Sugerencias: 

El mejillón se fríe con la concha hacia abajo. En la masa se puede meter también gambas.




Pucherico de Hinojos





  • 125 grs de garbanzos
  • 125 grs de alubias
  • 600 grs de patatas
  • 300 grs de tocino
  • 700 grs de costillas
  • 2 huesos de espinazo
  • 300 grs de hinojos y tetica de vaca o lechuga
  • 1 morcilla
  • 1 un hueso blanco
  • 150 grs de trigo
  • 1 rabo de cerdo 
  • 2 orejas de cerdo

Elaboración:

Se cogen las alubias y los garbanzos y se ponen en agua la noche antes. El trigo se limpia y se echa en agua, por la mañana se cuece y se tapa con un paño. Se coge una olla y se vierten las alubias y los garbanzos escurridos, las costillas, el rabo y las dos orejas del cerdo, el tocino, el hueso blanco y los huesos de espinazo, que han estado con sal gorda unos cinco días y luego se enjuagan. Se cubre de agua y se pone a la lumbre a fuego mediano. Cuando comienza a hervir, se le forma una espuma que quitaremos con la espumadera para que el caldo quede limpio. Cuando están las alubias y los garbanzos casi tiernos, unas dos horas, se echan las patatas a cascos medianos desgajados, el trigo y los hinojos y la hiervas a última hora a trozos pequeños. Se deja media hora más y se prueba por si le falta sal y, unos minutos antes de apartar, se le echa la morcilla.

Sugerencias:

Este plato se puede acompañar de pimientos, picante, cebolla, pepinillos en vinagre etc.
Hay que hervir los hinojos unos segundos para que cuando se le eche al cocido no salga verde.
Para saber el origen de este plato visita nuestra sección de "Costumbres y tradiciones"