- 1 l de vino blanco
- 900 ml de aceite de oliva
- 1 cucharada de sal aproximadamente
- 1 copa de anís seco
- 1 cucharada de canela
- 2 kgs y medio aproximadamente de harina
Elaboración
Se
coge el aceite se fríe y para ver si está le pongo un poco de pan y
la piel del limón, y cuando está dorado, se aparta y se deja
enfriar.
Una
vez frío. se coge un recipiente grande y hondo, se cuela el aceite y
se echa el vino, la sal, la canela, el anís y se va mezclando todo.
Una vez mezclado, se va echando la harina poco a poco y se va
amasando hasta que quede como la masa del pan (un poco menos hecha),
y se deja unas horas de reposo. Tras este reposo, la masa se extiende
con un rodillo dejándola bien fina y se cortan en trozos de unos
siete centímetros aproximadamente y se van doblando estos trozos
para echarlos a la sartén.
Luego,
se coge una sartén con abundante aceite y una vez caliente, se
aparta, que no este muy caliente, y se echan los pestiños y cuando
comienzan todos a subir se pone al fuego lento (ya que si ponemos la
masa gruesa y fuego alto se queda la masa del interior sin freir y
con un gran cúmulo de aceite, lo que en Dílar le denominamos
"pollo") y dándole bastantes vueltas. Una vez fritos, se
apartan y se dejan escurrir en una canasta sobre un mes, así están
más buenos, pues han escurrido todo el aceite que han empapado en su
fritura. A los pestiños los podemos embadurnar en azúcar con
canela molida, o bien, se pueden esmelar.
Observaciones:
Anís
recomendado machaquito, el vino blanco arbeal, pero se puede usar ser
cualquier vino y cualquier anís fuerte. Se le puede echar también
matalauva.
Con
¾ l de aceite salen también muy buenos.
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