- 1 chapata grande
- 1 litro y medio de leche entera
- 6 a 8 cucharadas de azúcar, aproximadamente
- 1 palo canela en rama
- la piel de 1 limón
- la piel de 1 naranja
- canela molida
- 4 huevos
- azúcar
Elaboración:
El pan tiene que
estar asentado sobre dos o tres días. Se hacen rebanadas un poco
gruesas, sobre un centímetro a dos.
Se pone la leche en
una cacerola con la piel de limón, un rama de canela, las 6 u 8
cucharadas de azúcar, como quieras de dulce, y la naranja. Se pone
al fuego y cuando hierva se va mojando la rebanada, siempre caliente
la leche, y se van colocando en una bandeja. Después se pasan por
huevo batido con un chorrito de limón.
En una sartén, se
pone aceite abundante y que esté bien caliente, se echan las
rebanadas y, procurando que no se quemen, se le dan la vuelta con
cuidado. Se doran a fuego fuerte para que no coger aceite. Una vez
hechas, se sacan y se ponen en un escurridor y tapadas con un paño.
Finalmente, en un
plato con azúcar y canela se van embadurnando las rebanadas, se
tapan con una tapadera y con el calor se va evaporando el azúcar y
la canela y queda como si las hubieras enmelado.
Observaciones:
Se le puede echar
clavo.
Se puede hacer con
pan redondo, barra normal, y pan de molde. También les puedes quitar
la corteza, pero yo le pongo corteza.
Se suelen poner sólo
las yemas, pero yo les pongo la clara también.
Y un truco, como
cuesta trabajo porque están muy tiernas y se puede romper, antes de
pasarles al huevo se meten un poco en el congelador y las sacas y las
pasas por el huevo y así las trabajas mejor.
También las puedes
rellenar de crema.
Las torrijas al
horno se preparan igual que las fritas, mojándolas en la leche y el
huevo y poniéndolas en la bandeja del horno. Precalentado arriba y
abajo a 180 grados, se colocan hasta que se doren. Se sacan y, una
vez templadas, se le pone azúcar y canela.
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